jueves, 11 de junio de 2015

Una Copa América para ganar con las uñas


Hola! Estaba un poco perdida, ya lo sé, pero buscando las mejores técnicas y los tonos de temporada para consentirlas mucho. Soy muy futbolera, amo ver los partidos de todas las ligas, selecciones, campeonatos, etcétera, y como nuestro continente vibra desde hoy con la Copa América y el ánimo tricolor está más vivo que nunca desde el pasado Mundial, debemos estar a tono.

Te guste el fútbol o no, seguro no se te pasará inadvertido algún partido de la Selección Colombia, a la que yo apoyo hasta con las uñas.

Mis amigos de Masglo (los amo, son unos queridos) compartieron la semana pasada algunos diseños para esta temporada, y yo me enamoré de uno hecho con una técnica que siempre me había gustado, pero que no sé dominar (no lo van a creer, pero no me sé echar ni un brillito), así que recurrí a su ayuda.

Se trata del water marble, esa maravilla de ‘mariposas’ multicolores hechos a base de esmaltes diluidos en agua, pero que para verse tan magníficas como las de las fotos acuden a toda nuestra paciencia -y esmaltes, por supuesto-. 

Mi talentosa amiga Andrea Ortega es la autora de las fotos

Elegí este diseño como primera opción porque, en primer lugar, yo no soy manicurista y este no es un blog de figuras, sino de técnicas, tendencias y consejos, que espero que les sean  muy útiles. En segundo lugar, lucen estupendas y le dan protagonismo a los tres tonos de este mes en Colombia: amarillo, azul y rojo.

Aida, la instructora Masglo de Barranquilla, me esperaba muy temprano en su oficina para dar con esta belleza de uñas. Por supuesto, me dio estos sabios consejos:

¡Ojo con el agua! Ni muy fría ni muy caliente. De hecho, el agua que comenzamos a usar era una que ella había dejado del día anterior en un frasco y abierto, y parece que los esmaltes lo supieran. Las gotas no se expandían a la justa medida, así que tocó cambiar el agua y todo funcionó. Si algo no les sale, tal vez aquí esté el problema.

Lo ideal es usar esmaltes recién abiertos o con poco uso para que no se espesen o se enturbien por la luz u otro factor y la caída de la gota sea mejor. 

Rodear la uña a pintar con cinta adhesiva, puesto que la combinación entre esmalte y agua resulta algo aceitosa y de esta manera el retiro del exceso sea más fácil.

Y es regla de todo manicure: dejar la uña como nueva, muy limpia: sin exceso de grasa (ojalá usaran un nivelador de Ph, es un frasquito plástico que se aplica como un brillo. Masglo tiene uno muy bueno) y bastante pulida.



Ahora sí, vean este video de cómo se deben dejar caer las gotas. Yo no he podido, pero confío mucho en ustedes. Se trata, reitero, de mucha PACIENCIA, porque no siempre les saldrán a las primera los círculos concéntricos como se debe (el pasó hasta a Aida, que es la dura de las duras en esto).



Disculpen por los videos, pero me tocó hacerlos a mí con una mano mientras me iban pintado la otra, y no es nada fácil.

Recuerden que la clave está en no dejar muy abierto el círculo del medio. Todo es cuestión de ojo: se dejan de aplicar gotas intercalando color una vez el círculo de la mitad sea suficientemente pequeño. Luego sí, a mezclar con el palito.


En mi propuesta solo hay cuatro uñas con ‘water marble’ porque quise mezclar para darles otras opciones, por eso completé mi manicure con algo sencillo pero a la vez muy lindo: la mezcla de tonos lisos con el brillo de temporada de Masglo, el Brillo Colombia, una edición limitada apenas a la medida de la Tricolor.


Los tonos son Intrépida (azul), Fanática (amarillo) y Sugestiva (rojo), uno en cada uña restante y rematado con una doble capa de las chispas tricolores del Brillo Colombia, la combinación perfecta.

No nos queda más sino lucir nuestras uñas, y ¡que gane Colombia!



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martes, 12 de mayo de 2015

Nude + Rojo + Brillo: ¡trinomio cuadrado perfecto!


No se asusten, esta no es una lección de álgebra ni pretendo recordarles lo muy duro que pudo ser aprender a factorizar. Este post va del trinomio de la temporada, y no porque lo diga yo, sino que así lo dictan un par de marcas colombianas dedicadas a la producción de esmaltes, que seguramente ya ustedes conocen: la popular y líder Masglo, la más completa firma de productos de belleza y cuidado (lo que agradecemos muchísimo) para uñas, y Toy Nail Polish, un sello emergente que se toma muy en serio su ‘juego’ de colores y colecciones.






Ambas marcas han lanzado –en momentos diferentes- colecciones que evidencian que la tendencia de esta temporada (y que estará vigente todo el año) tienen un trinomio imperdible: el nude, el mejor compañero que otro tono pueda tener,  porque da equilibrio, balancea y le da una apariencia sutil de elegancia a lo que lleve este color, que nunca falla.

Este comodín encuentra su mejor aliado en el brillo, un toque de fulgor que le saben dar el dorado o el ocre. En Prestigio, la colección que propone Masglo, lo vemos en rubio quemado, con un vistazo más oxido que el presentado en la edición limitada de Toy Nail Polish junto a Francesca Miranda, la diseñadora salvadoreña (y barranquillera, como ella insiste –con toda la razón- en ser llamada) que llevó los colores de su colección ‘Holiday’ a cinco tonos de esmaltes.

El dorado champagne es el tono de este equipo de pintauñas de combate, muy polifacético por la riqueza cromática a la que le apuesta. En ambas cajas hay un rojo: el Navidad, del lado de Toy y Miranda, mientras que Masglo se la juega por un sangría. 



Si continuamos encontrando similitudes hechas tendencia tenemos que invitar al burgundy o borgoña, el que Wikipedia señala como denominación colectiva de diferentes colores que se desprenden de las coloraciones de varios vinos producidos en la región francesa de Borgoña.

La traducción inglesa lo usa exclusivamente para señalar coloraciones de rojo oscuras con variantes purpúreas, castañas o grisáceas, o sea, similares a las del vino tinto.

Mejor vean esto para que sea más claro:



Vemos que el primer borgoña propuesto en la tabla  es muy similar al que tiene efecto sparkling de Toy, mientras que el último corresponde al elaborado por Masglo.


Conclusión: el burgundy, en todas sus variaciones, es otra buena opción para reemplazar y/o combinar con otro (o todos) del trío que alaba este post. ¡A pintar!
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domingo, 26 de abril de 2015

De cómo me volví una loca-uña


Me gustan los esmaltes con personalidad desde el diciembre del 2006, cuando llegó a mis manos un frasco de Picada, un morado ensoñador de Masglo. No lo compré ni me lo regalaron, me lo sugirió Mery, quien lleva casi 10 años haciéndome el manicure y pedicure en la comodidad de mi casa. Me gustó el color y lo demás vino en avalancha.



Fui a un almacén de cadena, vi un color de la línea Vogue Fantastic y lo compré. Un morado muy parecido, por cierto. Luego me topé con un azul marino perlado y ajá, lo compré. Fue la historia repetitiva unas… mmm… ¿seis veces? Ahí ya se convirtió en una necesidad.

Alguien (no recuerdo quién fue la genio) me envió a un lugar especializado en productos de belleza y me topé con corredores enteros, de cielo a suelo, tapizados con esmaltes de todas las marcas y los colores. La cosa se acrecentó. Me gastaba lo poco que ganaba como practicante en el primer medio impreso en el que estuve, Qhubo Barranquilla, comprando uno y otro tarrito de esmalte. Era enfermizo.

Heme aquí hoy, con un exhibidor –cortesía de Masglo- en estado de hacinamiento por los más de 100 esmaltes que lo habitan. A su lado, en la mesita de noche correspondiente (la mesita de los esmaltes), hay uno que otro suelto, un par de colecciones completas y todo tipo de limas y removedores.

Hice de los esmaltes una pasión –una obsesión, dicen- y me he dedicado en los últimos ocho años a buscar los mejores tonos, perseguir bases, dar con combinaciones diferentes y arriesgadas. He probado los tradicionales, los semipermanentes, los stickers, las máquinas a impresión… solo  me faltan las acrílicas porque me resisto a llevar unas uñas que no son mías (nunca ni unas postizas). No porque esté mal, es totalmente válido –y bello, por supuesto-, pero es un reto personal que me hace cuidar mis uñas lo máximo que pueda.

En ellas invierto tiempo, dinero, energías…reflejan mi estado de ánimo, mi personalidad, el instinto de cada día. Son el toque de color directo en mi cuerpo, una parte de mí mucho más luminosa que las demás. Es algo que me supera…ya lo irán descubriendo.

Por lo pronto, ¡bienvenidos!
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